Dirija su concentración en comer alimentos sanos, enteros en lugar de en el conteo de calorías. Coma muchas frutas y verduras de todos los colores, formas y tamaños. Compra frutas y verduras orgánicas y locales siempre que sea posible, ya que éstos siempre contendrán un perfil nutricional superior.
También es importante evitar los alimentos a los que usted sea alérgico. Si usted cree que puede tener un problema para digerir el gluten del trigo o productos lácteos (muy común por cierto), usted debe ser sabio y considerar las pruebas de alergia. Si usted está teniendo una reacción alérgica a los alimentos, esto le puede causar inflamaciones, inhibirá la absorción de nutrientes, e incluso puede conducirlo a una hambruna nutricional.
Intercambie esos las patatas fritas por semillas y frutas crudas que le proporcionarán a su cuerpo los nutrientes vitales, en lugar de subir sus niveles de insulina y enviarle grasa directamente a las células.
Reduzca la cantidad de carne, productos lácteos, las grasas y el azúcar en su dieta. Use quesos orgánicos, huevos de corral y carnes que fueron alimentadas con pasto siempre que sea posible. Preparae la carne a la parrilla, en el horno o en olla de barro. Coma huevos revueltos, carne y las verduras en un poco de aceite de oliva, ya que es un gran solución para una comida rápida.
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